domingo, 8 de marzo de 2009

UN BARÓN VENIDO A MENOS

No puede uno ausentarse mes y medio en un viaje de placer, porque se le suben los enanos a la chepa. Esta es la conclusión que extraigo cuand0 vuelvo, y observo que un barón venido a menos a usado mi nombre para publicar un artículo en internet.
Es por esto que me veo obligado a contar la última anécdota de su vida, en la que las ganas y sus instintos más primarios pudieron más que su fuerza de voluntad.
Como bien dice, se dedica a la trata de blancos, pero por lo visto últimamente lo hace desde casa, engrosando así las estadísticas del absentismo universitario. Para que ustedes lo entiendan: el viernes 6 del presente mes no se vio al barón en "su puesto de trabajo". Todo el mundo se preguntaba: "¿por qué?" Y la respuesta es sencilla: Tuvo que realizar todo el trabajo manualmente y en solitario, a pesar de que la máquina, se rumorea, le funciona muy, pero que muy bien. Tocaba la parte del trabajo sucio, la onanística. Y como era evidente, tras despertarse temprano y cumplir como el mejor de los barones consigo mismo, el sueño apareció repentinamente, y cuando despertó, era ya demasiado tarde... Nadie le vio esa mañana, y a fecha de hoy, nadie le ha vuelto a ver por sus zonas más frecuentadas. Pero yo sé que está ahí, al acecho, cual leona vigilando a su presa, y aparecerá y soltará un zarpazo en el momento más inesperado.

se despide atentamente:

Mr. Justin

miércoles, 21 de enero de 2009

Cuando Mr. Y desconfió de los 3 sietes

Todos sabemos los perjuicios de la ludopatía... y el principal es, que se nos acaba el dinero. Pero no estamos aquí para andarnos con filosofías de vida, sino para desenmascarar la realidad que se cierne sobre "Mr. X", "Mr. Y", y todo lo que les rodea. A fecha de hoy "Mr. Y" intenta desviar la atención diciendo que se le acusa de tener un idilio amoroso con su profesora de atómica. No le importa, porque él sabe que todos sabemos que es mentira. Pero lo que pretendía ocultar era lo siguiente:

Quedó bien claro que "Mr. X" y "Mr. Y" se disputaban una tragaperras que creían caliente, pero que sólo Dios sabía si daría el premio. Los dos tenían los bolsillos repletos de monedas, pero era "Mr.Y" quien ocupaba la posición privilegiada. En el momento que parecía que la sangre llegaría al río, por las improperios lanzados por "Mr. X", que también quería optar al bonus , ocurrió lo que nadie sospechaba. "Mr Y" abandonó su puesto. La única frase que pude leer en sus labios, antes de comenzar a andar hacia la secretaría del casino, fue: "tengo trámites burocráticos importantes que realizar". Pues bien: Sólo mentía. Lo que le interesaba de la secretaría, no era actualizar papeles, sino más bien, perderlos con la secretaria, mujer madurita con la que ya había tenido encuentros, no carnales, en otros importantes eventos acaecidos en la facultad de una universidad de la que ella es secretaria en jefe. No pude entrar en aquella sala y verlo con mis propios ojos, pero sí escuché los alaridos de placer que provenían del interior. Y ya dicen las malas lenguas que las escenas de lujuria y perversión que se vivieron allí dentro, ya las quisiera para sí Pipi Estrada en su alcoba.

Amigos lectores: esta es la historia de "Mr. Y", y así se la hemos contado. No se preocupen por "Mr. X". Se preguntarán qué hizo. No sufran: es un jugador profesional. Echó alguna moneda más, pero a pesar de no obtener los 3 sietes, no tuvo pérdidas importantes. Yo sé que seguirá jugando: Pero la máquina afortunada en la que lo haga.... sólo él lo sabe.

Mr. Justin

domingo, 18 de enero de 2009

Todo comenzó....

Buenas noches a todos los bloggers y bloggars que como Humphrey gastais un ratito de vuestro tiempo leyendo esta primera entrada, que no os proporcionará absolutamente nada a vuestras vidas.
Nunca pensé en crear un blogg, pero a petición de un sector de personajes anónimos, me veo obligado a publicar una historia que ocurrió hace muy muy muy poquito tiempo en una famosa universidad madrileña, y que enfrentó a dos hombres y un destino, esta vez, como a Paul Newman.

Esta primera entrada honorífica, va dedicada a aquella persona que se molestó en transcribir lo ocurrido a un trozo de papel. Lleno de agradecimiento hacia susodicha persona, os dejo en compañía de su relato:

"Ei!! Habéis recibido el último ejemplar de "La Cloaca de Justin"??? Me hago eco de una de sus noticias bomba: Justin dice: " EL señor X y el Señor Y se pelean por la misma mujer. Al parecer todo empezó el viernes cuando el señor X, lleno de rabia, increpó al señor Y en la biblioteca, el cual declaró "no saber nada sobre el asunto de los 3 sietes". Gracias a la vigilante sudamericana nada fue a más, pero por la noche X e Y tuvieron otro encontronazo a la salida de la "Boite del Pintor" (local de amor maduro), posiblemente instigado por el propio Justin para alimentar su Cloaca. Gracias a la intervención del Barón Grouda, parroquiano habitual del garito, no llegaron a las manos, pero X declaró "que el asunto no quedaría así", mientras que Y "juró venganza" y el Barón Grouda decidició que "todo se solucionaría al antiguo estilo ruso, en un duelo a pistola en una de sus fincas de Herrera Oria"."

¿Qué será el asunto de los 3 sietes? ¿Será esta historia una historia real? ¿Tendrá Mr. Justin algo que ver con el Señor X y el Señor Y? ¿Tendrá lugar el duelo ruso? Todo esto y mucho más está por transcurrir: se lo dice Mr. Justin.

Ansioso por que transcurran los días y el resto de la historia vaya tomando forma, se despide atentamente un servidor